Basados en situaciones de la vida real, como coger el autobús o ir a la peluquería, estos talleres se centran en el ritmo y la entonación de cada situación para adquirir una pronunciación natural.
Los ejercicios propuestos trabajan tanto la voz como el cuerpo, siendo ambos inseparables para garantizar una buena pronunciación: gestos, respiración, colocación de la lengua, labios, etc.
Hacemos mucho hincapié en el juego, para deshacernos de las inhibiciones y hacer de la pronunciación un placer.
Los grupos no se hacen según el nivel sino, en la medida de lo posible, según la lengua materna de los alumnos.